lunes, 9 de junio de 2008

Conversaciones [1]

-"....¿ Y dicen que no se dió cuenta durante algo más de dos meses? No es posible... Los perros son los primeros en oler algo así,y, muy poco después, son los propios humanos los que perciben el olor a cuerpo descompuesto. Si ese hombre estuvo más de 15 días ahí dentro encerrado... ¿cómo pudo ser que la mujer no le hechara en falta?
-Su matrimonio era algo extraño... No era que no se quisieran, pero él había empezado a prácticamente vivir en la habitación contigua. Era un cuarto de poco más de 3 metros cuadrados, donde a duras penas cabía su portátil y una cama. Estaba obsesionado con sus dos empresas, y a ella tampoco le importaba demasiado, mientras le dieran dinero que gastarse para aparentar. Volviendo al olor, no, no le fué posible a la pobre mujer darse cuenta de algo así, nació con una extraña malformación genética, le es imposible percibir cualquier tipo de olor.
-Entonces, ¿no le encubrió? Eso no puede ser un matrimonio...
-El hombre se suicidó cuando sus dos empresas quebraron. Lo hizo porque no podía soportar la idea d eno tener dinero con el que satisfacer las necesidades de su mujer... Supongo que eso también es amor, a su manera.

-Sigo sin creerme aquello, ¿cómo dices que finalmente se dió cuenta la mujer de que había pasado algo?
-normalmente él se alimentaba a base de agua, y quizá barritas alimenticias. A pesar de alimentarse, con éso se va muy poco al servicio. La mujer se comenzó a preocupar cuando notó que el hombre había dejado de ir al servicio, pero pensó que quizá había encontrado la forma de hacerlo dentro de la habitación...
-Es asqueroso.
-Creemos que el hombre había desarrollaod algún tipo de fobia a la luz natural o a los espacios abiertos. No le hemos encontrado más explicación.
-¿Y qué hará ahora la mujer?
-Ha vendido todos los órganos internos de su marido. No los ha querido donar, porque ha dicho necesitar el dinero para sus gastos personales. Aún así, tiene suficiente dinero en el banco para que nisiquiera trabajen sus nietos, y tres casas en diferentes playas americanas.
-¿Cómo se suicidó aquel pobre hombre?
-Ató la corbata al pomo de la puerta, y cerró...
-¿Así de fácil?
-Un suicidio nunca es algo fácil... A pesar de llamar cobardes a las personas que lo hacen, se ha de tene rmucha sangre fría para querer acabar con todo, de ésa o de cualquier otra forma...."