jueves, 23 de octubre de 2008

17.04

Sujeto A: (A un telefonillo) Sí mamá, como no funcionaba, lo he vendido..
Sujeto B: (Desde el telefonillo) Pero hijo, ¡que el saldo se recarga!



Totalmente verídico.

Madrigal.

Y hoy, después de hará un mes escaso, he vuelto a pisar aquellos pasillos, siempre oscuros. Enfrente de dirección, donde esperaba sentada llorando el resultado final, si definitivamente me iba, o, si por el contrario, pasaba otro año más en aquel.. ¿infierno? No, ahora ya no lo es. Deseaba desaparecer de allí, empezar una vida nueva en donde fuera, y dejar todo lo malo en aquel maldito colegio. Pero ya no. A pesar de jurar no añorarlo nunca, he vuelto. ¿Y qué? Silencio en los pasillos. Y de vez en cuando, algún estallido de risas al otro lado de éstos. Era un buen sitio. Se estaba agusto. Son ese tipo de cosas de las que no te das cuenta hasta que no se acaban. Las personas a las que antes debía un "respeto" (el cual les perdimos, la confianza lo rompió) nos han recibido, sonriendo. Porque ya no somos sus niños, ahora, sólo somos un recuerdo en sus memorias como profesores. Dicho así parece trágico, aunque yo creo que es bonito.
El miércoles volveré. A recoger cosas. Después... Después, seguirá mi nueva vida adelante.

Creo que a pesar de 10 malos años... Ya hecho de menos mi colegio. (Y, por consiguiente, y como siempre, mi infancia.

viernes, 10 de octubre de 2008

Indiscutible, de cada uno, no hay intención posible de molestar. No importa lo que digamos, o cómo lo digamos, porque, coincidencialmente, todos decimos lo mismo. Todos queremos estafar a niñatos para que se gasten su dinero, si aún lo haces, es porque crees en ello. Eres un jodido cabrón.
"Yo supe que nadie iba a comprender tu musica
pero tu no me hiciste caso,
yo te dije, no te vistas en color rosa"

Hey, cuando sobran en el mundo tantas bandas ¿Para quién es momento?
MARK CHAPMAN!
Hey, cuando todos parecen absurdos, él diluirá la manada, señoras, y señores:
MARK CHAPMAN!
Ahora, no hay corazón, no hay miedo, todos lloramos la misma lagrima de siempre... No me mires así, no soy yo quien los dirige, simplemente estoy el primero, y ellos me siguen... Algún otro cabrón, sin las suficientes pelotas, o cojones para tomar las riendas , y usarlas. ¿Porqué algo tan obio es tan elusivo? No hay nada en el menú que se convierta en abusivo. Soy parte del problema, no la solución. Sólo soy un prisionero, en la misma carcel que tú,solo espero unos zapatos nuevos, éstos están ya obsoletos. Realmente, nadie nos va a hechar de menos.
"Yo te dije, no debes de firmar con una compañia de discos tan grande,
ellos no te aprecian, yo no creo en ti"

No puedo decir, ¿Solamente soy yo? O es que todos nos parecemos a...
Adolf mamón Hitler, con su pelo de emo kid de ensueño, colgando nuestras caras, haciéndonos indescriptiblemente indistinguibles los unos de los otros... O quizá simplemente soy una megalomaníaca.
REGINALD, SACA A LOS PERROS!!
Y además... ¿dónde está el dinero que me debes,CABRÓN?

lunes, 8 de septiembre de 2008

Tiempo


El tiempo pasa, a una velocidad increíble, ¿eh?


Foto: 27 de noviembre de 2005.



Y si últimamente no escribo, es porque no me da la gana.

sábado, 26 de julio de 2008



Si es que me tiene robado el corazón ~

lunes, 21 de julio de 2008

Dios mío, ¡qué ganas tengo de morirme de una puta vez!










Las cosas no siempre salen como yo quiero.

jueves, 3 de julio de 2008

Conversaciones [2]

-Sécate las lágrimas. Ya es demasiado tarde como para poder hacer algo por ella. Has actuado según el momento, y ya no puedes volver atrás. Ahora lo que tienes que hacer, es huir.
-¿Huir? No tengo dónde ir.. No puede haber ocurrido de verdad, no puedo haberla matado... Me quedaré aquí, seguro que ella me abrazará...
-Lárgate! ¿No te das cuenta de que pronto vendrá la policía? Si te ven aquí... No sé qué podrán hacerte.
-No quiero irme... Ella ha estado siempre conmigo... Quiero estar con ella.
-Eres una jodida asesina... Admítelo, ya no eres la niña de mamá. Mamá está muerta.
-Cállate! La culpa de ésto la tienes tú! Tú me dijiste que lo hiciera! Les diré que tú eres quién la ha matado!
-Dilo. Creo que así será aún más divertido ver como te consumes léntamente...
-Ayúdame... Ésto no está pasando... ¿verdad que no? Vámonos, vámonos... por favor, vámonos de aquí...
-Está bien, iremos donde tú quieras... Vamos, abre la puerta, y corre. Yo siempre te seguiré, estés donde estés, y vayas donde vayas.... Yo siempre.. estaré dentro de tí.

lunes, 30 de junio de 2008

Hoy siento
la imperiosa
necesidad
de ser



diminuta.

jueves, 19 de junio de 2008

3.32

... Dicen que lo que más teme un enfermo terminal no es morir... Es morir solo.




Como siempre, todos los caminos de mis divagaciones me conducen a lo mismo. ¿Será que soy tan egoista?

lunes, 9 de junio de 2008

Conversaciones [1]

-"....¿ Y dicen que no se dió cuenta durante algo más de dos meses? No es posible... Los perros son los primeros en oler algo así,y, muy poco después, son los propios humanos los que perciben el olor a cuerpo descompuesto. Si ese hombre estuvo más de 15 días ahí dentro encerrado... ¿cómo pudo ser que la mujer no le hechara en falta?
-Su matrimonio era algo extraño... No era que no se quisieran, pero él había empezado a prácticamente vivir en la habitación contigua. Era un cuarto de poco más de 3 metros cuadrados, donde a duras penas cabía su portátil y una cama. Estaba obsesionado con sus dos empresas, y a ella tampoco le importaba demasiado, mientras le dieran dinero que gastarse para aparentar. Volviendo al olor, no, no le fué posible a la pobre mujer darse cuenta de algo así, nació con una extraña malformación genética, le es imposible percibir cualquier tipo de olor.
-Entonces, ¿no le encubrió? Eso no puede ser un matrimonio...
-El hombre se suicidó cuando sus dos empresas quebraron. Lo hizo porque no podía soportar la idea d eno tener dinero con el que satisfacer las necesidades de su mujer... Supongo que eso también es amor, a su manera.

-Sigo sin creerme aquello, ¿cómo dices que finalmente se dió cuenta la mujer de que había pasado algo?
-normalmente él se alimentaba a base de agua, y quizá barritas alimenticias. A pesar de alimentarse, con éso se va muy poco al servicio. La mujer se comenzó a preocupar cuando notó que el hombre había dejado de ir al servicio, pero pensó que quizá había encontrado la forma de hacerlo dentro de la habitación...
-Es asqueroso.
-Creemos que el hombre había desarrollaod algún tipo de fobia a la luz natural o a los espacios abiertos. No le hemos encontrado más explicación.
-¿Y qué hará ahora la mujer?
-Ha vendido todos los órganos internos de su marido. No los ha querido donar, porque ha dicho necesitar el dinero para sus gastos personales. Aún así, tiene suficiente dinero en el banco para que nisiquiera trabajen sus nietos, y tres casas en diferentes playas americanas.
-¿Cómo se suicidó aquel pobre hombre?
-Ató la corbata al pomo de la puerta, y cerró...
-¿Así de fácil?
-Un suicidio nunca es algo fácil... A pesar de llamar cobardes a las personas que lo hacen, se ha de tene rmucha sangre fría para querer acabar con todo, de ésa o de cualquier otra forma...."

lunes, 2 de junio de 2008

¿Decepción?


No, supongo que más bien frustración.


O falta de aire.


O incluso, quizá en el fondo me lo esperaba.



Pero nisiquiera lo sabía.

jueves, 15 de mayo de 2008

Qué le voy a hacer.

Y derrepente, te despiertas un día, y te das cuenta de que se te ha perdido la vida.

martes, 6 de mayo de 2008

[+] Azul

[...]
Se sentía realmente mal. Entró en aquella enorme casa-árbol, arrastrando los pies, y con una sensación de malestar en el pecho. Recorrió el pasillo de la entrada, pensándo dónd epodrían estar Berenice y Leuviah. Oyó unas agudas risitas, que provenían de detrás de una pesada puerta de madera cuidadosamente tallada. Cerró los ojos y suspiró, pensando que no perdería nada si miraba ahí dentro. Empujó la puerta con delicadeza, y ésta crujió, dejando caer mucho polvo, hasta finalmente ceder, abriéndose completamente para Alkes.
Lo que allí encontró la confundió aún más que todo lo que anteriormente ya había visto. La luz azulada bañaba la estancia, que, a su vez, estaba plagada de diminutas criaturas de idéntico tamaño al de Berenice. En el momento en el que Alkes hizo acto de presencia en la sala, las miles de diminutas personas aladas clavaron la mirada en ella, haciéndola sentir casi inmediatamente muy intimidada. Las hadas se miraron entre sí con una sonrisa maliciosa tatuada en sus caraa, y volaron hasta ella, clavándo sus opacos ojos sobre ella. La primera en hablar fué una de aspecto inofensivo, e incluso mirada angelical.
-¡Mirad qué pelo! ¡Y sus ojos!- Se acercó a ella, y comenzó a acariciarle el pelo con cuidado. Pronto Alkes dejó de tenerlas ese miedo inicial, confiándose al ver como, una por una, todas se acercaban amistosamente a ella, tocándola con cuidado.
-¡Y mirad sus dedos, y su ropa!- Todas aquellas mini personas la hicieron sentir realmente bien, y pronto se le dibujó una cálida sonrisa, mientras las pequeñas criaturas comenzaban a girar a su alrededor, envolviéndola poco a poco en un remolino de colores chillones, que giraba tán rápido, que pronto hizo marear a Alkes.
Simultáneamente cuatro manos la agarraron por cada brazo, y comenzaron a levantarla, hasta que despegó sus pies de la tierra, dentro de aquel remolino de colores.
Mientras, las risas de las pqueñas hadas se hacían más y más estridentes, hasta volverse todas juntas un ruido desagradablemente ensordecedor. Alkes volvió a sentir miedo, mareándose cada vez más, con el suelo a varios metros de altura bajo sus pies . Repentinamente sintió como las cuatro manos de aquellas pequeñas personitas la soltaban, y sus risas se hacían aún más agudas y estridentes, y Alkes sintió, mientras caía, como sus tímpanos se resentían, dudando que aguantasen algo así mucho tiempo. Después, se oyó un ruido sordo, y las risas fueron apagándose, centrando las hadas sus ojos en el cuerpo inconsciente de Alkes....
[...]


Algo que debí haber acabado de escribir hace mucho tiempo, o no haber empezado nunca.. No me gusta que me roben mis textos, pero éste en especial me gustaría que fuera respetado, puesto que es mi primer intento de libro, que, aunque fallido, es de las cosas má simportantes que he escrito..

lunes, 28 de abril de 2008

Can you feel it?

La locura... ¿En serio es un estado físico?
Todo se basa en las descargas eléctricas en el cerebro, o en reacciones químicas en éste... Pero, ¿de verdad es esa la causa por la que una persona deja de razonar?
Quizá toda nuestra vida pende de un suave hilo, que separa la cordura de la locura... Quizá... Quizá todos estemos expuestos a ella, a perder la conciencia de lo que hacemos, a empezar a vivir como autómatas, o como desquiciados...
O quizá, simplemnte, los locos han descubierto el verdadero significado de nuestro día a día rutinario, y no han podido soportarlo.


A mí....

Me gustaría estarlo.

jueves, 24 de abril de 2008

-¿Porqué haces ésto?
-Es divertido.
-¿De verdad lo es?
-Para mí, sí.
-Me duele.
-¿No puedes parar de quejarte?
-Me duele.
-Sólo te lo estoy devolviendo.
-¿Devolviéndome qué?
-Cuando tu corazón quede como dejaste el mío, me detendré.


23 - Diciembre - 2oo6

miércoles, 23 de abril de 2008

Noche




Era una noche clara. Volvía del trabajo, serpenteando entre las estrechas callejuelas de aquella intrigante ciudad a la que recientemente se había mudado. Tras doblar una calle, frente a ella se descubrió un oscuro parque, tapiado por unos muros de arbustos, y tras ellos se adivinaban las figuras de cientos de rosales, bañados por un inquietante haz de luz turquesa.

Confundida, se acercó a las puertas de aquel parque, buscando con curiosidad algún signo de movimiento, pero, tras mirar de izquierda a derecha un par de veces, comprendió que estaba desierto. Decidió volver cuando fuera de día, y movió un pie, dispuesta a alejarse de nuevo, pero sus ojos se lo impidieron, clavados en aquel mar de serenidad infinita.

Empujó levemente la puerta, esperando algún tipo de oposición por parte de ésta, pero en lugar de eso, la puerta cedió tan limpiamente, que parecía que alguien la hubiera abierto desde dentro.

Pasó con cuidado, y la puerta se cerró tras ella. Se giró levemente, buscándola, pero lo único que encontró fue un infinito muro de hojas y ramas.
Volvió a mirar al frente, y la visión le pareció más espectacular que desde fuera. Un océano de rosas blancas se expandía de lado a lado, de manera que era imposible adivinar el final del parque. Se preguntó a sí misma dónde habrían quedado los edificios que rodeaban aquel lugar, pero pronto lo olvidó, hipnotizada por aquella extraña atmósfera color turquesa.

Miró al cielo, que le devolvió la mirada, arropándola con una manta infinita de estrellas y constelaciones jamás descubiertas por el hombre.

Salió de su embobamiento, tras escuchar un leve crujido de hojas pisadas frente a ella, y buscó con la mirada de dónde provendría aquel ruido. Lo encontró, a pocos metros de ella, un pequeño ser de aspecto simpático, una pequeña bolita de pelo, que no se acercaba lo suficiente a tener parecido con ningún animal.

Se acercó con el con una pequeña sonrisa dibujada en la cara, pero aquel monstruito echó a correr hacia el lado contrario. Divertida, dejó todas sus cosas ahí, y echó a correr inocentemente hacia el animalito, inundándose de sus recuerdos más infantiles.

Así estuvo, corriendo tras aquel ser horas y horas, y cuando se alejaba lo suficiente de él, este la esperaba, claramente para seguir con aquel juego durante el máximo tiempo posible.

Decidió descansar por un rato, y se sentó a una orilla del camino, acompañada por el animalito, pero, al apoyar la mano sobre el suelo, se clavó una espina de rosa en ésta.

Dolorida, se sacó la espina, y, tras fijarse bien, descubrió que sus manos, antes ligeramente gastadas por su edad, lucían ahora un aspecto juvenil, con dedos largos y estilizados. Un poco asustada, se tocó la cara, preguntándose si todo aquello sería un sueño, palpándose una cara fina, de piel suave, sin arrugas. Se puso de pie, y echó a andar hacia donde había dejado todas sus cosas, sin tener en cuenta todo lo que había andado por aquellas interminables callejuelas de rosas.

El animal se puso frente a ella, y comenzó a llamar su atención para continuar con su juego, pero ella, en lugar de continuar jugando como había hecho antes, le dirigió una mirada aterrada, preguntándose cuales serían realmente las intenciones de aquel ser, y de todo ese laberinto.

Echó a correr asustada, pues poco a poco iba comprendiendo la realidad de todo aquel hipnotizante lugar, pero, al no ir mirando al suelo, tropezó con una rama, y cayó. Desde ahí, volvió a mirarse las manos, y, aterrada descubrió que lo que antes habían sido unas manos desgastadas por la edad, y después se habían convertido en dedos largos y estilizados de una joven, eran ahora unos dedos pequeños, de piel rosada, e infantiles. En el suelo, con lágrimas en los ojos, comprendió que, cuanto más anduviera por aquel lugar, más y más joven se haría, hasta finalmente desaparecer. Miró a o largo del camino, buscando desesperada alguna manera de salir de allí, pero no, no encontró la salida, ni las cosas, que había dejado en la puerta.

Cerró los ojos, dándose finalmente por vencida, con demasiado miedo como para moverse un milímetro, y ahí quedó, poco a poco cubierta completamente por el polvo del tiempo.

martes, 22 de abril de 2008

Poniéndo en orden mi vida...

Pues eso, la entrada de hoy no será una historia fantástica de niñas que se desangran vivas, ni ninguna de ésas gilipolleces. Hoy, simplemente, divagaré, necesito vaciar mi cabeza, necesito plasmar todo lo que me pasa aquí, para no olvidarlo, para que algún día, releyéndolo, me ría de mi estupidez.

Me han pedido que me emancipe, con 16 años, casi 17. Y no creo estar preparada para ello. Entiendo que mi padre esté harto de pasarle dinero a mi madre para mí, dinero del que, obviamente, yo no puedo disponer. Es normal que esté harto, de éso y de pagar la casa en la que vivo. Dice que la ley le obliga a pagar el sitio donde yo viva, aunque también vivan en él mi madre y su novio, los cuale,s ya no tienen nada que ver en su vida. Pues bien, si me emancipara, él estaría obligado a pagarme un piso de alquiler para mí sola, o acompañada, éso no importa... Pero, ¿con 16 años? Lo siento mucho, aún tengo tiempo para seguir siendo inmadura. Me dolió que casi me obligara a aceptar, al fin y al cabo, yo confiaba en él.. Pensé que estábamos juntos, que cuando tenía problemas, él me escuchaba y me ayudaba. Pero como siempr,e ahí está el puto dinero. Todos, ambos, sois unos putos avariciosos. Y yo, no necesito mi dinero. Todo ha empezado por el puto colegio privado al que ME HE VISTO OBLIGADA a querer ir. Porque mi padre no quería que fuese uno público, y mi madre no quiere que sea privado. Es gracioso, ver como las chicas de mi clase no se han preocupado por buscarse colegio. Sus padres han ido, las han matriculado, y ellas están felices por ser así. Entonces, ¿porqué yo tengo que buscarme el colegio que me convenga, encontrar la forma de pagarlo, y hacer que ambos estén contentos? No, no, no estoy preparada para ser adulta... ¿porqué seguís insistiendo en que yo debo ser más madura que vosotros? No podría vivir sola... No quiero vivir sola. No podría ser responsable con una pensión mensual. Y no, no quiero vivir sola, con una pensión mensual...


¿Porqué aún la gente se empeña en llamarme niña de papá? Sé que muchas personas me envidiarían si les dijera que tengo 700 euros mensuales por no hacer nada. Creedme, es una auténtica putada.

Por favor, haz que ésto pase rápido, quiero reírme de mí misma, tranquila porque todo haya pasado.

lunes, 21 de abril de 2008

-¿Porqué no vienes a mí?-Continuaba susurrándo la pequeña niña egoísta.
Nunca la enseñaron que no se puede tener todo en ésta vida...

Y siguió llamando a todo aquello que deseaba.
Y siguió cayendo en ese pozo de egoísmo.

Y siguió pudriéndose por dentro.
Y siguió...

Y siguió...
Siguió deseándote, ¿hasta llegar a morir por tí? Lo dudo.
No es capaz de morir por nadie.
Pero te desea.
Como las niñas egoístas desean sus caprichos.
De la misma forma.
Desea que la quieras.
Y que la abraces.
Y que la cuides.
Desea sentir que eres importante para ella.
No quiere seguir sintiéndose un desperdicio.
Niña egoísta, cierra los ojos, vuelve a vivir en tu realidad...

miércoles, 9 de abril de 2008

Reflexiones


Abro los ojos. Estoy sola, es totalmente de madrugada, pero la luz de mi habitación está encendida... olvidé apagarla antes de dormir. No, espera, no lo olvidé, me da miedo la oscuridad.

-Esto... ¿es un sueño?
"No, es totalmente real, ¿no lo ves? Día a día, todo es real".
-¿Existe la vida? Me da miedo pensar que vivo de verdad.
"¿Miedo a vivir de verdad?"
-Miedo de respirar, de mirar a mi alrededor, de saber que es verdad.

"Eres una cobarde".

-Vivo como autómata, no pienso en cada segundo que vivo algo real.

"¿Eres feliz de esa forma?
-No me lo cuestiono. Sólo lo hago cuando estoy aquí, en la cama, y puedo oírte con claridad.
"¿Porqué quieres oírme?"
-Porque tú siempre dices mi verdad.
"Siempre digo lo que quieres escuchar".

-No me gusta vivir, me da miedo. Es más fácil conciliar el sueño, y vivir dentro de él.

"Soñando no vives".

-Pero de igual forma muero.

"¿No crees que vale más la pena morir habiéndo vivido?"

-Moriré de cualquier forma.

"Si cierras los ojos y no vives en lo real, entonces no habrás vivido de verdad".


Después, silencio.

-Tengo miedo.
"Lo sé".

lunes, 7 de abril de 2008

Respira hondo


Cierra los ojos. Evádete. No, no esta.
Espera, sí, sigue ahí. Sus gritos repiquetean en tu cerebro aún. Inténtalo de nuevo, cierra los ojos.
Ahora sí, ha desaparecido. De nuevo estás en el mundo de los sueños. Por fín ella ya no está cerca tuyo. Ahí puedes ser quien quieres ser de verdad.
Respira hondo. No pasa nada, estás bien.
Un grito. Allí está de nuevo. Despiertas, sobre tu cama, abrazada a tí misma. En la puerta, de nuevo recordándote la mierda de vida que llevas. El pecho, duele. Sabe dónde darte, para que no puedas decir nada más. La odias, con todas tus fuerzas, y te pregúntas cómo pudisteis llegar a eso. ¿Darla una oportunidad? Claro, cómo no... La cuentas tus más íntimos secretos... Al fin y al cabo, ella debe saberlos. Error, ya sabe dónde darte, la próxima vez. Porque sí, habrá otra, y otra, y otra...
Es increíble cómo todo cambió desde aquel agosto de hace.... ¿cuatro años? Cuatro años, siempre repitiéndo todo aquello. Siempre es ella la que gana, al fín y al cabo, tú eres una mierda, no vales para nada. Ella ha rehecho su vida. Tú no. No te lo mereces.


Y ahí vienen los gritos, de nuevo. Cierra los ojos, fuerte.

martes, 5 de febrero de 2008



Intenta crecer. Intenta ser más grande. y ser más feliz. Intenta sonreír a todo, sin que la hagan daño.

Quiere ser agena a los males del mundo, porque, al fin y al cabo, ella no los está viviendo.

Cualquiera diría que vive en una pompa, que es una egoísta, que sólo piensa en ella. Pero, que miren en su interior. ¿Acaso ellos no son egoistas? Intentan hacerla daño, para que comience a ser solidaria, ¿para qué? Nadie lo es.

Ha cambiado. Ahora lo que los demás dicen, no la importa, pues ya no vive en el mundo terrenal. Lo consiguió, se elevó por encima de las estrellas. Aunque está postrada en una cama, nos observa desde arriba, con una sonrisa. Ahora sí es feliz. Cree que tiene lo que quería, cree que ésa era la solución...

Necesitaba elevarse, evadirse, alejarse. No queria seguir viviendo en el suelo, junto a los problemas. Superar a las nubes, colocarse junto a uno de aquellos luminosos luceros, y sonreír, como ellos hacen, a la noche.

Mas nunca será una verdadera estrella.

lunes, 4 de febrero de 2008





Como una sonrisa que se oculta tras una sombra.
Como un gesto con dobles intenciones. Como cuando dicen "te quiero", mas suena vacío. Como cuando miro a través de un cristal empañado. Intentas sonreir, claro que sí. Todo el mundo lo intenta, todos quieren ser felices, ¿no es así? Mas, ¿para qué sirve el hombre? No estamos hechos para amar, eso, es únicamente un añadido a nuestra depredadora vida. Como animales que somos, buscamos hacer daño. Escalar puestos, ser más poderosos, y pisarlo que sea, y a quien sea con tal de ser aún mayores. Es despreciable, pero... Soy la primera que actúa así. Piénsalo bien, ¿para qué sirve el ser humano?

sábado, 26 de enero de 2008

Mi héroe.



Llevava toda la tarde mirando por aquel estrecho balcón que daba directamente a la Plaza Mayor de Madrid. Vivíamos en un sitio privilegiado, y desde mi más tierna infancia supe que mi entorno había sido distinto al normal. Mi padre y mi madre habían hecho que me criara en un ambiente acomodado, y aún así, por increíble que parezca, aprendí a vivir sólo con lo que necesitaba. No abusaba de mis caprichos, ni tampoco de mis oportunidades. Tampoco de la confianza en los demás, ni , por supuesto, de mi vida. Mi vida.... llevava dos horas allí, asomado a la ventana. Sabía perfectamente, que, de vez en cuando, mis padres estaban detrás de mi, observándome en silencio, preguntándose qué sería lo que hacía. Aspiré una bocanada del aire lleno de polución de la capital. No tenía miedo. Ya no. Me giré lentamente, viendo frente a mí a mi padre y a mi madre. Sonreí, mas no fué una sonrisa sádica. Agradecí en silencio todo lo que habían hecho por mí, e intenté en mi cabeza dar excusas que no se tenían en pié, y, dando un pequeño paso de espaldas, me precipité al vacío.


Durante más de dos horas, continuó el chico mirándo por la ventana. Cualquiera habría podido pensar que simplemente estaba absorto con el bello paisaje urbano. Sus padres, que de vez en cuando se acercaban a mirar qué hacía, sin nterrumpir su embobamiento, no podían sospechar del maquiavélico plan para su final, que estaba tramando el menor. Sonrió, dándose la vuelta lentamente, haciéndo aquel momento aún más tétrico si cabía, y miró a sus padres, con un gesto de locura fácilmente perceptible para cualquiera. Tras él, entraban rayos de sol, que creaban un contraluz, dibujando su silueta en los ojos de sus padres. Dió un paso atrás, acercándose aún más a el ambiente urbano que había varios metros bajo él, en la calle. La fachada blanquecina del edificio de enfrente, invitaba al menor a que continuara con aquel extraño juego. Finalmente, ante la aterrada mirada de la madre, y la asustada mirada del padre, el chico, de no más de quince años, se precipitó al vacío. Apenas unos segundos más tarde, su cadaver, bajo la casa en la que creció, pero muchos metros bajo ésta, se hallaba esparcido por toda la calle, extendiéndose su sangre a lo largo y ancho del lugar, y de los transeúntes. Se formó un revuelo, tanto en la casa, como en la calle, y pronto todo el mundo quedó sordo por el ruido de una ambulancia, que llegaba demasiado tarde como para poder hacer algo por los restos. Nadie reparó realmente en la pequeña figura que, tras el marco de la puerta, había estado espectante, mirándo sin descanso al héroe que había representado la figura de su hermano mayor.


Estuviste allí, observándole, ¿verdad? Estuvo callado durante mucho tiempo. Apenas sabes cuánto fué, eras demasiado pequeña para controlar la velocidad de tu tiempo. Aunque sólo observabas, sin turbar su calma,no te aburrías. Era tu héroe. Era todo lo que tú querías ser de mayor. Seguías sus pasos, y, aunque él te llamaba pesada, luego siempre te besaba la mejilla. Al fin y al cabo, era tu hermano, ¿no? Tus padres sólo te pidieron una vez que no le molestaras, pero no hacía falta que te lo dijeran, aquel día, tú no entrarías haciendo ruido para llamar su atención. Ese día, solo le observaste. Te arrepientes, ¿verdad? Quizá si hubieras dicho algo, él habría reparado en que estabas allí... En tus deseos más profundos, te habría gustado que, gracias a tu aparición, su final no hubiera sido aquel. Entonces, tu padre y tu madre, ambos en el salón, a un metro escaso de aquel balcon, y por lo tanto, cerca de tu hermano, repararon en él. Se había girado, y sonreía de manera extraña. Sentiste miedo. Aunqne fueras pequeña, y no conocieras el significado de la palabra muerte, sabías que aquella tarde iba a pasar algo. Nadie sabía, y aún hoy nadie sabe, que estabas mirándo cuando ocurrió. Derrepente, tu heroe, tu modelo a seguir... tu vida.. saltó por el balcón. Y no le volviste a ver.

domingo, 6 de enero de 2008

La constancia de lo inconstante.

Y por las mañanas, aún oigo el repiquetear de la lluvia contra mi ventana. Aún espero que alguien la abra, para que suavemente me caiga en la cara. Los últimos días, ese atisbo de felicidad que duraría poco, lo sabía perfectamente.
Como siempre, los dolores volvieron. Tanto físicos como mentales. Todo el mundo venía a visitarme para llorar, y yo lo odiaba. En mis momentos de soledad, intentaba buscar mi recuerdo más antiguo, aunque cada día llegaba a alguna conclusión diferente. Aquel día.. El último día, recordé con claridad la tarta de mi tercer cumpleaños. Entonces lo llamé tarta. Hoy a mi mente sólo llega un pequeño flan con una vela que se balanceaba peligrosamente sobre él. Un tres tallado torpemente en la cera se movía sobre mi tarta como invitándome que lo soplara. Ése es mi recuerdo más antiguo, ahora por fín lo sé.
Hoy descanso, sobre la misma cama que aquellos días, pero, no de la misma manera. Las enfermeras ya no se dirigen a mí con cálidas sonrisas, ya nadie viene a cogerme de la mano para llorar.
El día en que la morfina dejó de hacerme efecto, yo ya estaba preparado para el final. Cerré los ojos, y aguanté el dolor, que tan sólo duró diez minutos. No estoy del todo seguro, pero creo recordar haber oído el pitido de mi corazon parado en la pantalla que descansaba a mi lado, antes de perder el conocimiento para siempre.
Ahora, mi muerte se basa en la rutina. Todos los días descanso sobre la cama, mirando el cielo lluvioso de la mañana que morí. Sigo esperando tu visita...